El Tren Maya, uno de los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta serios desafíos en su primer año de operación. Inaugurado el 16 de diciembre de 2023, el sistema ferroviario ha transportado solo 480,769 pasajeros hasta el 14 de octubre de 2024, cifra que representa apenas el 19.5% de la meta anual de 3 millones de usuarios establecida por el gobierno.
Conforme a las estimaciones oficiales, el Tren Maya debería trasladar alrededor de 8,200 personas por día, pero los reportes indican que actualmente su uso diario se limita a unas 1,600 personas. La mayoría de los pasajeros han sido mexicanos no locales, provenientes de otras entidades del país, mientras que los pasajeros extranjeros representan únicamente el 5% del total.
Distribución de pasajeros:
El costo inicial del proyecto, estimado en 140 mil millones de pesos, se ha triplicado según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), alcanzando los 515 mil millones de pesos. Además, los 1,554 kilómetros de vía ferroviaria aún no están completamente terminados. Los tramos entre Tulum, Campeche y Escárcega continúan en construcción, lo que limita el recorrido total del tren.
A esto se suma un presupuesto adicional de 40,827 millones de pesos asignado para 2025, destinado al desarrollo del tren de carga, que según la presidenta Claudia Sheinbaum será clave para fortalecer la operación comercial del proyecto.
La baja afluencia de pasajeros y los altos costos han generado críticas hacia el proyecto, que en su concepción fue diseñado para atraer tanto a turistas nacionales como internacionales. Sin embargo, la falta de rutas completas y los retrasos en la llegada de nuevos trenes han obstaculizado su éxito.
La presidenta Sheinbaum defendió recientemente el proyecto, asegurando que la apertura de la ruta entre Palenque y Chetumal en diciembre y la llegada de nuevos trenes en 2025 fortalecerán su desempeño. "Es falso que tenga problemas. El Tren Maya es un éxito", declaró.
El Tren Maya enfrenta desafíos significativos que contrastan con las ambiciosas proyecciones iniciales. Mientras el gobierno busca consolidar su operación con nuevos tramos y la incorporación del tren de carga, el éxito de este proyecto dependerá de su capacidad para aumentar la afluencia de pasajeros, optimizar costos y cumplir las expectativas económicas y sociales que se le atribuyeron.
El Tren Maya, uno de los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta serios desafíos en su primer año de operación. Inaugurado el 16 de diciembre de 2023, el sistema ferroviario ha transportado solo 480,769 pasajeros hasta el 14 de octubre de 2024, cifra que representa apenas el 19.5% de la meta anual de 3 millones de usuarios establecida por el gobierno.
Conforme a las estimaciones oficiales, el Tren Maya debería trasladar alrededor de 8,200 personas por día, pero los reportes indican que actualmente su uso diario se limita a unas 1,600 personas. La mayoría de los pasajeros han sido mexicanos no locales, provenientes de otras entidades del país, mientras que los pasajeros extranjeros representan únicamente el 5% del total.
Distribución de pasajeros:
El costo inicial del proyecto, estimado en 140 mil millones de pesos, se ha triplicado según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), alcanzando los 515 mil millones de pesos. Además, los 1,554 kilómetros de vía ferroviaria aún no están completamente terminados. Los tramos entre Tulum, Campeche y Escárcega continúan en construcción, lo que limita el recorrido total del tren.
A esto se suma un presupuesto adicional de 40,827 millones de pesos asignado para 2025, destinado al desarrollo del tren de carga, que según la presidenta Claudia Sheinbaum será clave para fortalecer la operación comercial del proyecto.
La baja afluencia de pasajeros y los altos costos han generado críticas hacia el proyecto, que en su concepción fue diseñado para atraer tanto a turistas nacionales como internacionales. Sin embargo, la falta de rutas completas y los retrasos en la llegada de nuevos trenes han obstaculizado su éxito.
La presidenta Sheinbaum defendió recientemente el proyecto, asegurando que la apertura de la ruta entre Palenque y Chetumal en diciembre y la llegada de nuevos trenes en 2025 fortalecerán su desempeño. "Es falso que tenga problemas. El Tren Maya es un éxito", declaró.
El Tren Maya enfrenta desafíos significativos que contrastan con las ambiciosas proyecciones iniciales. Mientras el gobierno busca consolidar su operación con nuevos tramos y la incorporación del tren de carga, el éxito de este proyecto dependerá de su capacidad para aumentar la afluencia de pasajeros, optimizar costos y cumplir las expectativas económicas y sociales que se le atribuyeron.