El diputado federal José Guillermo Anaya Llamas, del Grupo Parlamentario del PAN, impulsará este martes un punto de acuerdo urgente al Gobierno Federal para atender la crisis generada por la plaga del gusano barrenador de ganado y el cierre de la frontera con Estados Unidos, que ha impactado gravemente al sector ganadero, especialmente en Coahuila.
Esta situación amenaza no solo la economía de los productores, sino también el bienestar de miles de familias que dependen de esta actividad en la región.
La ganadería bovina es una de las principales actividades económicas de Coahuila, con un promedio anual de 60 mil cabezas de ganado exportadas a Estados Unidos. Esta industria genera ingresos millonarios y empleos tanto directos como indirectos, desde ejidatarios y rancheros hasta transportistas y trabajadores de engorda. Sin embargo, el cierre de la frontera ha dejado varadas entre 20 mil y 30 mil cabezas de ganado, provocando pérdidas económicas que ascienden a 10 mil pesos por becerro, según Arturo Valdés Pérez, ex presidente de la Asociación Ganadera de Coahuila.
“La medida afecta gravemente a los pequeños propietarios y ejidatarios, quienes dependen de la exportación para su sustento. Por culpa de unas cuantas engordadoras grandes que importan ganado irregular, todos estamos pagando justos por pecadores”, declaró Valdés Pérez.
El cierre de la frontera se debe a la introducción irregular de ganado desde el sur de México, particularmente de Guatemala, lo que ha generado un incremento en enfermedades exóticas como el gusano barrenador. Esto ha llevado a Estados Unidos a endurecer las revisiones sanitarias, afectando incluso a los productores que cumplen con todas las normativas de exportación.
“En este trimestre, entre noviembre y enero, es cuando más exportamos. Este cierre pone en riesgo nuestra capacidad para sostener la economía ganadera del estado”, agregó Valdés Pérez.
Ante este panorama crítico, el diputado José Guillermo Anaya Llamas propone:
La crisis no solo afecta la economía de los ganaderos, sino también la de todo el estado. Los costos de mantener a los animales varados han aumentado significativamente, y las exportaciones detenidas amenazan con causar pérdidas incalculables si la situación no se resuelve pronto. Además, la incertidumbre genera preocupación en las familias que dependen de esta actividad para su sustento.
El diputado Anaya subrayó que la ganadería no es solo una tradición en Coahuila, sino un motor económico crucial para la región. Es imperativo que el Gobierno Federal actúe de inmediato para proteger esta industria, que representa no solo ingresos para el estado, sino también la estabilidad de miles de familias.
El llamado es claro: proteger a Coahuila y al norte de México de una crisis que amenaza con devastar una de sus actividades económicas más emblemáticas.
El diputado federal José Guillermo Anaya Llamas, del Grupo Parlamentario del PAN, impulsará este martes un punto de acuerdo urgente al Gobierno Federal para atender la crisis generada por la plaga del gusano barrenador de ganado y el cierre de la frontera con Estados Unidos, que ha impactado gravemente al sector ganadero, especialmente en Coahuila.
Esta situación amenaza no solo la economía de los productores, sino también el bienestar de miles de familias que dependen de esta actividad en la región.
La ganadería bovina es una de las principales actividades económicas de Coahuila, con un promedio anual de 60 mil cabezas de ganado exportadas a Estados Unidos. Esta industria genera ingresos millonarios y empleos tanto directos como indirectos, desde ejidatarios y rancheros hasta transportistas y trabajadores de engorda. Sin embargo, el cierre de la frontera ha dejado varadas entre 20 mil y 30 mil cabezas de ganado, provocando pérdidas económicas que ascienden a 10 mil pesos por becerro, según Arturo Valdés Pérez, ex presidente de la Asociación Ganadera de Coahuila.
“La medida afecta gravemente a los pequeños propietarios y ejidatarios, quienes dependen de la exportación para su sustento. Por culpa de unas cuantas engordadoras grandes que importan ganado irregular, todos estamos pagando justos por pecadores”, declaró Valdés Pérez.
El cierre de la frontera se debe a la introducción irregular de ganado desde el sur de México, particularmente de Guatemala, lo que ha generado un incremento en enfermedades exóticas como el gusano barrenador. Esto ha llevado a Estados Unidos a endurecer las revisiones sanitarias, afectando incluso a los productores que cumplen con todas las normativas de exportación.
“En este trimestre, entre noviembre y enero, es cuando más exportamos. Este cierre pone en riesgo nuestra capacidad para sostener la economía ganadera del estado”, agregó Valdés Pérez.
Ante este panorama crítico, el diputado José Guillermo Anaya Llamas propone:
La crisis no solo afecta la economía de los ganaderos, sino también la de todo el estado. Los costos de mantener a los animales varados han aumentado significativamente, y las exportaciones detenidas amenazan con causar pérdidas incalculables si la situación no se resuelve pronto. Además, la incertidumbre genera preocupación en las familias que dependen de esta actividad para su sustento.
El diputado Anaya subrayó que la ganadería no es solo una tradición en Coahuila, sino un motor económico crucial para la región. Es imperativo que el Gobierno Federal actúe de inmediato para proteger esta industria, que representa no solo ingresos para el estado, sino también la estabilidad de miles de familias.
El llamado es claro: proteger a Coahuila y al norte de México de una crisis que amenaza con devastar una de sus actividades económicas más emblemáticas.