Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de AMLO habría dejado sin declarar un total de 554 mil 750 millones de pesos por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en la importación de gasolinas, según cifras oficiales comparadas entre Estados Unidos y México.
Una revisión cruzada entre los datos de la U.S. Energy Information Administration (EIA) y el Sistema Electrónico de Aduanas de México (ANAM) revela una diferencia alarmante de más de 120 mil millones de litros de gasolina que no fueron reportados oficialmente por el gobierno mexicano entre 2019 y 2024. Cada litro no declarado representa una evasión del IEPS, un impuesto que debería haberse cobrado al ingresar el combustible al país.
A continuación, el cálculo aproximado de la omisión fiscal por año:
Estas cifras no son estimaciones arbitrarias, sino cálculos basados en la cuota fija anual del IEPS para gasolina con más de 91 octanos, establecida por la ley. El total suma más de medio billón de pesos que nunca ingresaron a las arcas públicas.
La discrepancia no es menor. Por ejemplo, en marzo de 2023, Estados Unidos reportó haber exportado 2,655 millones de litros de gasolina a México, pero las autoridades mexicanas sólo reconocieron la entrada de 721 millones, dejando fuera más de 1,900 millones de litros, equivalentes a más de $9,800 millones de pesos en IEPS no cobrados.
Y así, mes tras mes, año tras año. El patrón se repite. La gasolina entra, pero no se declara.
La pregunta obligada es: ¿a dónde se fue ese dinero? ¿Por qué el gobierno de AMLO no reportó estos volúmenes? ¿Se trata de contrabando tolerado? ¿De subregistro deliberado? ¿De corrupción institucional?
Más aún, ¿cómo puede un gobierno que presume de austeridad y combate a la corrupción permitir una pérdida fiscal de este tamaño sin consecuencias?
La omisión del IEPS no solo implica un golpe brutal a las finanzas públicas, sino que además afecta directamente a los estados, quienes reciben una parte de estos ingresos. El gobierno federal, en su intento por maquillar cifras o proteger intereses desconocidos, ha dejado de transferir recursos esenciales a las entidades federativas.
¿Es este el rostro real de la “honestidad valiente”? ¿Puede un gobierno autodenominado transformador permitirse este nivel de opacidad?
Aquí les dejo los datos duros.⬇️
Durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno de AMLO habría dejado sin declarar un total de 554 mil 750 millones de pesos por concepto del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) en la importación de gasolinas, según cifras oficiales comparadas entre Estados Unidos y México.
Una revisión cruzada entre los datos de la U.S. Energy Information Administration (EIA) y el Sistema Electrónico de Aduanas de México (ANAM) revela una diferencia alarmante de más de 120 mil millones de litros de gasolina que no fueron reportados oficialmente por el gobierno mexicano entre 2019 y 2024. Cada litro no declarado representa una evasión del IEPS, un impuesto que debería haberse cobrado al ingresar el combustible al país.
A continuación, el cálculo aproximado de la omisión fiscal por año:
Estas cifras no son estimaciones arbitrarias, sino cálculos basados en la cuota fija anual del IEPS para gasolina con más de 91 octanos, establecida por la ley. El total suma más de medio billón de pesos que nunca ingresaron a las arcas públicas.
La discrepancia no es menor. Por ejemplo, en marzo de 2023, Estados Unidos reportó haber exportado 2,655 millones de litros de gasolina a México, pero las autoridades mexicanas sólo reconocieron la entrada de 721 millones, dejando fuera más de 1,900 millones de litros, equivalentes a más de $9,800 millones de pesos en IEPS no cobrados.
Y así, mes tras mes, año tras año. El patrón se repite. La gasolina entra, pero no se declara.
La pregunta obligada es: ¿a dónde se fue ese dinero? ¿Por qué el gobierno de AMLO no reportó estos volúmenes? ¿Se trata de contrabando tolerado? ¿De subregistro deliberado? ¿De corrupción institucional?
Más aún, ¿cómo puede un gobierno que presume de austeridad y combate a la corrupción permitir una pérdida fiscal de este tamaño sin consecuencias?
La omisión del IEPS no solo implica un golpe brutal a las finanzas públicas, sino que además afecta directamente a los estados, quienes reciben una parte de estos ingresos. El gobierno federal, en su intento por maquillar cifras o proteger intereses desconocidos, ha dejado de transferir recursos esenciales a las entidades federativas.
¿Es este el rostro real de la “honestidad valiente”? ¿Puede un gobierno autodenominado transformador permitirse este nivel de opacidad?
Aquí les dejo los datos duros.⬇️