El Paquete Económico 2026, entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso, es el primero diseñado íntegramente por el gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, lejos de representar un plan responsable, llega en un contexto adverso: menos crecimiento económico, caída de ingresos y un nuevo endeudamiento histórico que hipoteca el futuro del país
De acuerdo con las proyecciones oficiales, la deuda pública al cierre de 2026 alcanzará 52.3% del PIB, equivalente a 20.3 billones de pesos. En solo un sexenio, Morena ha endeudado a México 21% más que todos los gobiernos anteriores juntos, llevando al país a un déficit histórico: gastarán 1.4 billones más de lo que tienen en 2026.
Cada punto de déficit significa menos inversión en salud, menos seguridad y menos oportunidades para las familias mexicanas. El dinero no se destina a lo urgente, sino a tapar errores y financiar proyectos sin futuro.
Uno de los aspectos más graves del Paquete 2026 es la llamada “fusión” —en realidad eliminación— de 11 programas de salud que atendían enfermedades como obesidad, VIH y crónicas. Con ello, millones de personas quedarán sin atención médica.
Lejos de invertir en hospitales, medicinas o prevención, el gobierno recorta lo esencial. Mientras tanto, pretende aumentar impuestos indirectos como el IEPS a bebidas azucaradas, bajo el argumento de cuidar la salud, cuando en realidad se trata de una medida meramente recaudatoria.
El cinismo es evidente: recortan programas contra la obesidad, pero suben impuestos “para prevenirla”. Es un doble golpe: menos atención y más impuestos para las familias.
A pesar de las pérdidas millonarias de Petróleos Mexicanos, el Paquete Económico 2026 contempla otra inyección de recursos. En lugar de apoyar energías limpias o fortalecer la economía familiar, Morena insiste en tirar dinero público a una empresa quebrada.
Cada peso destinado a Pemex es un peso menos para medicinas, educación, seguridad o proyectos productivos que sí podrían beneficiar a la gente.
Además de la deuda y los recortes en salud, el presupuesto contempla nuevos aumentos en impuestos indirectos, como el IEPS. Esto significa que serán las familias mexicanas quienes carguen con el costo de la mala administración del gobierno.
La realidad es clara: menos ingresos, menos crecimiento y más deuda. Morena presume control de la economía, pero lo que entrega es un Paquete con recortes, hipotecas y simulación.
Desde Acción Nacional, se han propuesto medidas concretas para aliviar la economía familiar:
Estas propuestas demuestran que sí es posible tener un presupuesto responsable, que apoye a las familias mexicanas sin cargarles más impuestos ni endeudarlas a futuro.
El Paquete Económico 2026, entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al Congreso, es el primero diseñado íntegramente por el gobierno de Claudia Sheinbaum. Sin embargo, lejos de representar un plan responsable, llega en un contexto adverso: menos crecimiento económico, caída de ingresos y un nuevo endeudamiento histórico que hipoteca el futuro del país
De acuerdo con las proyecciones oficiales, la deuda pública al cierre de 2026 alcanzará 52.3% del PIB, equivalente a 20.3 billones de pesos. En solo un sexenio, Morena ha endeudado a México 21% más que todos los gobiernos anteriores juntos, llevando al país a un déficit histórico: gastarán 1.4 billones más de lo que tienen en 2026.
Cada punto de déficit significa menos inversión en salud, menos seguridad y menos oportunidades para las familias mexicanas. El dinero no se destina a lo urgente, sino a tapar errores y financiar proyectos sin futuro.
Uno de los aspectos más graves del Paquete 2026 es la llamada “fusión” —en realidad eliminación— de 11 programas de salud que atendían enfermedades como obesidad, VIH y crónicas. Con ello, millones de personas quedarán sin atención médica.
Lejos de invertir en hospitales, medicinas o prevención, el gobierno recorta lo esencial. Mientras tanto, pretende aumentar impuestos indirectos como el IEPS a bebidas azucaradas, bajo el argumento de cuidar la salud, cuando en realidad se trata de una medida meramente recaudatoria.
El cinismo es evidente: recortan programas contra la obesidad, pero suben impuestos “para prevenirla”. Es un doble golpe: menos atención y más impuestos para las familias.
A pesar de las pérdidas millonarias de Petróleos Mexicanos, el Paquete Económico 2026 contempla otra inyección de recursos. En lugar de apoyar energías limpias o fortalecer la economía familiar, Morena insiste en tirar dinero público a una empresa quebrada.
Cada peso destinado a Pemex es un peso menos para medicinas, educación, seguridad o proyectos productivos que sí podrían beneficiar a la gente.
Además de la deuda y los recortes en salud, el presupuesto contempla nuevos aumentos en impuestos indirectos, como el IEPS. Esto significa que serán las familias mexicanas quienes carguen con el costo de la mala administración del gobierno.
La realidad es clara: menos ingresos, menos crecimiento y más deuda. Morena presume control de la economía, pero lo que entrega es un Paquete con recortes, hipotecas y simulación.
Desde Acción Nacional, se han propuesto medidas concretas para aliviar la economía familiar:
Estas propuestas demuestran que sí es posible tener un presupuesto responsable, que apoye a las familias mexicanas sin cargarles más impuestos ni endeudarlas a futuro.