El Paquete Económico 2025 propuesto por el gobierno de MORENA ha generado una fuerte polémica debido a los significativos recortes en áreas clave como salud, educación, medio ambiente, energía e incluso en la economía de los cuidados. Estos recortes, que suman un total de 320 mil 539 millones de pesos, equivalen a casi un punto del Producto Interno Bruto (PIB) y evidencian la falta de prioridad en sectores fundamentales para el bienestar social.
En contraste, los proyectos insignia del gobierno federal, como el Tren Maya, Dos Bocas y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, continúan absorbiendo gran parte de los recursos, lo que acentúa las desigualdades y limita el desarrollo sostenible del país.
De acuerdo con Judith Senyacen Méndez Méndez, especialista en finanzas del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), el recorte en inversión pública asciende a 996 mil 914 millones de pesos, lo que representa una baja del 14%. Esto no solo pone en riesgo la generación de empleos y el crecimiento económico, sino que también perpetúa las brechas sociales existentes. Un ejemplo claro de esta disparidad es el sector hidrocarburos, que concentra una cuarta parte del presupuesto de infraestructura, mientras que áreas como salud y educación apenas representan 0.33% del total. Por otro lado, el Tren Maya, uno de los proyectos más controversiales del sexenio, recibirá 40,000 millones de pesos adicionales en 2025, a pesar de que su costo inicial estimado de 120 mil a 150 mil millones de pesos ya se incrementó a más de medio billón de pesos, una cifra alarmante considerando las restricciones en otros sectores esenciales.
El sector salud será uno de los más afectados, con un recorte de 113 mil millones de pesos, lo que reduce el gasto en este rubro al 2.5% del PIB, el nivel más bajo desde la crisis sanitaria de COVID-19. Además, el presupuesto por persona en programas como IMSS-Bienestar se reducirá a 1,400 pesos, menos de la mitad que en el IMSS y el ISSSTE, lo que exacerba las desigualdades en el acceso a la salud.
Según Méndez Méndez, esta situación aleja aún más la posibilidad de alcanzar una cobertura universal y amplía las brechas en servicios básicos de salud.
Aunque los programas de estancias y guarderías del ISSSTE y el IMSS tendrán aumentos, el Sistema Nacional de Cuidados, a cargo del DIF, enfrentará recortes que profundizan las desigualdades de género. Esta falta de recursos dificulta la redistribución del trabajo de cuidados, lo que limita la incorporación de las mujeres al mercado laboral y perpetúa la desigualdad económica.
La educación tampoco escapó de los recortes. Con un gasto que equivale al 3.2% del PIB, será la menor inversión en el sector desde 2013. Aunque se mantendrán programas como las becas Rita Cetina, los mayores recortes afectarán a la educación superior y los posgrados. Además, la Secretaría de Educación Pública (SEP) verá reducido su presupuesto en un 1.5%, lo que pone en riesgo el desarrollo cultural y el fortalecimiento del patrimonio educativo del país.
Aunque el gobierno ha impulsado una narrativa de autosuficiencia energética, los recortes en este sector alcanzarán el 4.6%, con una reducción significativa de 55 mil millones de pesos en Pemex para exploración, a pesar de que esta es su área más rentable.
Los organismos reguladores, como la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), también enfrentarán recortes del 32.9%, debilitando aún más la supervisión y regulación del sector.
En medio de una crisis climática global, la inversión en medio ambiente equivale a apenas una décima parte del PIB. Según expertos, esta falta de inversión compromete no solo la conservación de los recursos naturales, sino también una transición energética efectiva hacia energías limpias.
El presupuesto de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sufrirá un recorte del 39.4%, pasando de 73,265 millones de pesos en 2024 a solo 44,370 millones en 2025.
Esta disminución afecta no solo la preservación ambiental, sino también los esfuerzos por una transición energética hacia energías limpias, una prioridad global ignorada en este presupuesto.
El Tren Maya continuará absorbiendo recursos significativos con una asignación adicional de 40 mil millones de pesos en 2025, lo que eleva su costo total a más de medio billón de pesos, muy por encima de los 120 mil a 150 mil millones estimados inicialmente.
Por su parte, la Refinería Dos Bocas sigue siendo otra prioridad del gobierno, a pesar de sus cuestionables beneficios a largo plazo en un contexto global que transita hacia energías renovables.En 2025, el pago de intereses de la deuda superará la inversión en infraestructura.
La deuda pública ascenderá a 18.59 billones de pesos, un aumento respecto a los 17.44 billones de 2024, dejando menos margen para el desarrollo de infraestructura esencial como hospitales y escuelas.
El presupuesto para 2025 refleja una clara preferencia por los proyectos insignia del gobierno de MORENA, dejando en segundo plano las necesidades más urgentes de la población. Con recortes que afectan directamente la salud, la educación, el medio ambiente y la inversión en infraestructura, México podría enfrentar una mayor desigualdad social y un menor crecimiento económico.