El cineasta jalisciense Guillermo del Toro acaba de ganar su tercer estatuilla de oro en los óscares 2023 por su película Pinocho, una obra maestra del cine animado, seguramente no por apoyo de gobierno, pero sí por su talento, y justo por eso es importante invertir en cultura.
Ver a un mexicano recibiendo ese gran premio en aquél escenario del Teatro Dolby, en Los Ángeles, no es ninguna sorpresa aunque definitivamente sea algo que pocas veces vemos. Insisto en que lo anterior no me sorprende porque sé muy bien qué hay mucho talento en Coahuila y especialmente en La Laguna.
El éxito de Guillermo del Toro me hace pensar que cualquiera de las y los torreonenses puede un día estar allá, en Los Ángeles, codeándose con figuras del cine y levantando estatuillas de oro mientras acá les aplaudimos como si fuera un juego del Santos. Y no sólo en cine, en todas las profesiones que tienen que ver con la cultura.
¿Qué falta? Dos cosas. Una es que nos la creamos como sociedad, que consumamos arte de aquí y demos ánimos a nuestros creadores locales para que un día puedan alzar premios de talla internacional.
La otra cosa son los apoyos de parte del gobierno. Es importante decirlo, para que el arte prospere hay que invertir en él y dedicar partidas presupuestales a programas que fomenten tanto la creación de arte como su consumo. Hacer énfasis en esto es fundamental, porque actualmente los programas que promueven el arte, que tampoco son muchos, se concentran en la creación artística, pero no en la cultura de consumo para el público en general.
En 2021, el sector cultural reportó un monto de 736 mil millones de pesos de aportación al Producto Interno Bruto Mexicano, esto es apenas un 3% del PIB total, según el INEGI. De este porcentaje, 2.2 contribuye al mercado y sólo 0.6 a los hogares y 0.2 a la gestión pública.
Muy poco, y es que 8 de cada 10 producciones son financiadas por las mismas personas, de manera informal, digamos, por lo que aún falta mucho por hacer para impulsar el consumo de productos culturales.
Cuando ganó las primeras estatuillas, mi tocayo, Guillermo del Toro, dijo que si el Gobierno quería reaccionar, que lo hiciera con “más lana para la labor artística”. Cierto es que el dinero es poco para la cultura, seguramente porque no es un rubro productivo, aunque puede serlo, sólo debe enfrentarse a retos como la descentralización de la infraestructura cultural, el desinterés social en el consumo del arte, la falta de propuestas transversales para aprovechar el potencial de desarrollo económico, entre otros.
Fácil no es, pero vale la pena, para sacar a relucir todos los Guillermo del Toro que hay en el país y más en Coahuila.