El Primer Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum se presentó este 1 de septiembre como un espectáculo de propaganda, más parecido a un mitin político que a un verdadero ejercicio de rendición de cuentas. Con un discurso triunfalista y lleno de frases huecas, la presidenta optó por culpar al pasado y maquillar cifras en lugar de reconocer las deficiencias actuales de su administración.
Desde Acción Nacional se ha señalado que México merece un gobierno que diga la verdad y asuma responsabilidades. Sin embargo, el mensaje de Sheinbaum fue todo lo contrario: un recuento maquillado en temas clave como salud, seguridad, economía y democracia.
El discurso presidencial estuvo cargado de contradicciones: se habla de transición energética mientras se apuesta todo al petróleo; se presume austeridad, pero abundan casas de lujo, viajes al extranjero y privilegios familiares; se habla de soberanía, pero ante las amenazas de Donald Trump, la respuesta del gobierno fue débil y sumisa.
El informe de Claudia Sheinbaum no reflejó al México real: el de la inseguridad, el desabasto, las obras inconclusas y el costo de vida que asfixia a las familias. En lugar de reconocer los problemas y proponer soluciones, el gobierno convirtió la rendición de cuentas en un mitin propagandístico.
Desde Acción Nacional se sostiene con claridad:
Mientras Morena se dedica a simular, en el PAN seguiremos defendiendo la democracia, la verdad y a las familias mexicanas que exigen seguridad, salud, empleo y un gobierno responsable.
El Primer Informe de Gobierno de Claudia Sheinbaum se presentó este 1 de septiembre como un espectáculo de propaganda, más parecido a un mitin político que a un verdadero ejercicio de rendición de cuentas. Con un discurso triunfalista y lleno de frases huecas, la presidenta optó por culpar al pasado y maquillar cifras en lugar de reconocer las deficiencias actuales de su administración.
Desde Acción Nacional se ha señalado que México merece un gobierno que diga la verdad y asuma responsabilidades. Sin embargo, el mensaje de Sheinbaum fue todo lo contrario: un recuento maquillado en temas clave como salud, seguridad, economía y democracia.
El discurso presidencial estuvo cargado de contradicciones: se habla de transición energética mientras se apuesta todo al petróleo; se presume austeridad, pero abundan casas de lujo, viajes al extranjero y privilegios familiares; se habla de soberanía, pero ante las amenazas de Donald Trump, la respuesta del gobierno fue débil y sumisa.
El informe de Claudia Sheinbaum no reflejó al México real: el de la inseguridad, el desabasto, las obras inconclusas y el costo de vida que asfixia a las familias. En lugar de reconocer los problemas y proponer soluciones, el gobierno convirtió la rendición de cuentas en un mitin propagandístico.
Desde Acción Nacional se sostiene con claridad:
Mientras Morena se dedica a simular, en el PAN seguiremos defendiendo la democracia, la verdad y a las familias mexicanas que exigen seguridad, salud, empleo y un gobierno responsable.