A tan solo semanas de haber iniciado su gobierno, Claudia Sheinbaum enfrenta una creciente desconfianza ciudadana en uno de los temas más sensibles: la lucha contra la corrupción. De acuerdo con los resultados de la más reciente encuesta nacional de La Encuesta MX, el 65.5% de los mexicanos desaprueban su gestión en materia de buen gobierno y combate a la corrupción.
La encuesta telefónica —realizada a 5,000 personas adultas entre el 28 y el 30 de julio de 2025— revela que únicamente el 29.4% de los encuestados están de acuerdo con el manejo de la corrupción por parte del nuevo gobierno, dejando a la presidenta con una diferencia negativa de más de 30 puntos porcentuales frente a la mayoría.
Este rechazo no es casual. En semanas recientes, miembros prominentes del oficialismo han estado en el ojo del huracán. Las lujosas vacaciones del hijo del expresidente, “Andy” López Beltrán, de Mario Delgado y Ricardo Monreal, así como las denuncias por presuntos vínculos con el crimen organizado hacia varios gobernadores de Morena —expuestas por el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno—, han desatado un fuerte malestar social.
Aunque Sheinbaum goza de un 67.1% de aprobación general —de acuerdo con el mismo estudio—, su desempeño en materia de seguridad pública también muestra una ciudadanía polarizada: el 48.3% la aprueba, mientras que el 47.1% la reprueba. En un país con más de 121 mil personas desaparecidas, estos datos demuestran que la percepción ciudadana está lejos de ser uniforme.
MORENA llegó al poder bajo la bandera de la honestidad y el combate frontal a la corrupción. Sin embargo, tras siete años de promesas incumplidas, escándalos financieros y nula transparencia en megaproyectos como el Tren Maya o Dos Bocas, la realidad contrasta con el discurso oficial.
Hoy, los datos duros revelan que el nuevo gobierno no solo arrastra el desgaste de la administración anterior, sino que lo profundiza: la percepción de corrupción sigue creciendo, y los casos vinculados a altos funcionarios de Morena no se investigan ni castigan.
Los ciudadanos exigen resultados reales y un gobierno que no solo hable de transformación, sino que la practique. Si Claudia Sheinbaum quiere recuperar la confianza perdida en temas de transparencia y legalidad, debe comenzar por separar a su administración de los personajes señalados, garantizar investigaciones imparciales y dejar de encubrir a quienes han abusado del poder.
La encuesta es un mensaje claro: la lucha contra la corrupción no se gana con discursos, se gana con hechos, y hoy, la mayoría de las y los mexicanos no están viendo ninguno.
Con información de polls.mx
A tan solo semanas de haber iniciado su gobierno, Claudia Sheinbaum enfrenta una creciente desconfianza ciudadana en uno de los temas más sensibles: la lucha contra la corrupción. De acuerdo con los resultados de la más reciente encuesta nacional de La Encuesta MX, el 65.5% de los mexicanos desaprueban su gestión en materia de buen gobierno y combate a la corrupción.
La encuesta telefónica —realizada a 5,000 personas adultas entre el 28 y el 30 de julio de 2025— revela que únicamente el 29.4% de los encuestados están de acuerdo con el manejo de la corrupción por parte del nuevo gobierno, dejando a la presidenta con una diferencia negativa de más de 30 puntos porcentuales frente a la mayoría.
Este rechazo no es casual. En semanas recientes, miembros prominentes del oficialismo han estado en el ojo del huracán. Las lujosas vacaciones del hijo del expresidente, “Andy” López Beltrán, de Mario Delgado y Ricardo Monreal, así como las denuncias por presuntos vínculos con el crimen organizado hacia varios gobernadores de Morena —expuestas por el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno—, han desatado un fuerte malestar social.
Aunque Sheinbaum goza de un 67.1% de aprobación general —de acuerdo con el mismo estudio—, su desempeño en materia de seguridad pública también muestra una ciudadanía polarizada: el 48.3% la aprueba, mientras que el 47.1% la reprueba. En un país con más de 121 mil personas desaparecidas, estos datos demuestran que la percepción ciudadana está lejos de ser uniforme.
MORENA llegó al poder bajo la bandera de la honestidad y el combate frontal a la corrupción. Sin embargo, tras siete años de promesas incumplidas, escándalos financieros y nula transparencia en megaproyectos como el Tren Maya o Dos Bocas, la realidad contrasta con el discurso oficial.
Hoy, los datos duros revelan que el nuevo gobierno no solo arrastra el desgaste de la administración anterior, sino que lo profundiza: la percepción de corrupción sigue creciendo, y los casos vinculados a altos funcionarios de Morena no se investigan ni castigan.
Los ciudadanos exigen resultados reales y un gobierno que no solo hable de transformación, sino que la practique. Si Claudia Sheinbaum quiere recuperar la confianza perdida en temas de transparencia y legalidad, debe comenzar por separar a su administración de los personajes señalados, garantizar investigaciones imparciales y dejar de encubrir a quienes han abusado del poder.
La encuesta es un mensaje claro: la lucha contra la corrupción no se gana con discursos, se gana con hechos, y hoy, la mayoría de las y los mexicanos no están viendo ninguno.
Con información de polls.mx