
La discusión y aprobación de la Ley General de Economía Circular representa un logro significativo para México, pero también una victoria clara para la visión que el PAN ha defendido durante años: un país donde la basura no nos gane la batalla, donde los productos duren más, donde exista innovación, empleos verdes y un ambiente sano para todas las familias.
Hoy, esa visión quedó integrada de manera directa en la definición central de economía circular que forma parte de la ley. Es un paso firme en la dirección correcta y un reconocimiento al trabajo que Acción Nacional ha impulsado en materia ambiental.
Por años, México funcionó bajo un modelo de “usar y tirar” que saturó tiraderos, ríos, calles y colonias enteras. Frente a esa realidad, el PAN insistió en construir un marco legal que hiciera responsables a quienes producen, que ordenara al gobierno y que protegiera lo que las personas respiran, consumen y heredan a sus hijos.
Ese enfoque quedó plasmado en la definición integral de economía circular que ahora forma parte de la ley. Este es un avance importante: significa que el país transita hacia un sistema donde los productos deben durar más, pueden ser reparados, reciclados o reaprovechados, y donde las empresas tienen obligaciones claras frente a los impactos que generan.
Entre los puntos clave que recoge la ley —y que responden a la visión panista— destacan:
Con ello, el país deja atrás años de retraso y adopta una ruta ordenada hacia el uso responsable de los recursos.
La economía circular no es solo un concepto ambiental; es una política que puede mejorar el bolsillo, la salud y la calidad de vida de millones de familias. Y esto coincide plenamente con la postura del PAN: proteger a México implica también proteger el entorno en el que viven las personas.
Ejemplos claros:
La economía circular, bien aplicada, es un beneficio inmediato para cualquier hogar.
Dentro del debate legislativo, el PAN no solo respaldó la ley, sino que impulsó mejoras clave para que sea realmente efectiva. Su visión se basa en responsabilidad, claridad y resultados para las personas.
Entre sus propuestas destacan:
Gracias a este impulso, la ley no solo existe: existe con bases más firmes, más claras y más útiles para la ciudadanía.
La incorporación de la visión panista dentro de la Ley General de Economía Circular representa un avance tangible hacia un México más sostenible. No se trata solo de reciclar más, sino de transformar por completo la manera en que el país produce, consume y se relaciona con sus recursos.
Acción Nacional sostiene que México merece un modelo donde:
Fortalecer esta ley es proteger el presente y el futuro: es defender lo que respiramos, lo que consumimos y lo que vamos a dejar a las próximas generaciones.

La discusión y aprobación de la Ley General de Economía Circular representa un logro significativo para México, pero también una victoria clara para la visión que el PAN ha defendido durante años: un país donde la basura no nos gane la batalla, donde los productos duren más, donde exista innovación, empleos verdes y un ambiente sano para todas las familias.
Hoy, esa visión quedó integrada de manera directa en la definición central de economía circular que forma parte de la ley. Es un paso firme en la dirección correcta y un reconocimiento al trabajo que Acción Nacional ha impulsado en materia ambiental.
Por años, México funcionó bajo un modelo de “usar y tirar” que saturó tiraderos, ríos, calles y colonias enteras. Frente a esa realidad, el PAN insistió en construir un marco legal que hiciera responsables a quienes producen, que ordenara al gobierno y que protegiera lo que las personas respiran, consumen y heredan a sus hijos.
Ese enfoque quedó plasmado en la definición integral de economía circular que ahora forma parte de la ley. Este es un avance importante: significa que el país transita hacia un sistema donde los productos deben durar más, pueden ser reparados, reciclados o reaprovechados, y donde las empresas tienen obligaciones claras frente a los impactos que generan.
Entre los puntos clave que recoge la ley —y que responden a la visión panista— destacan:
Con ello, el país deja atrás años de retraso y adopta una ruta ordenada hacia el uso responsable de los recursos.
La economía circular no es solo un concepto ambiental; es una política que puede mejorar el bolsillo, la salud y la calidad de vida de millones de familias. Y esto coincide plenamente con la postura del PAN: proteger a México implica también proteger el entorno en el que viven las personas.
Ejemplos claros:
La economía circular, bien aplicada, es un beneficio inmediato para cualquier hogar.
Dentro del debate legislativo, el PAN no solo respaldó la ley, sino que impulsó mejoras clave para que sea realmente efectiva. Su visión se basa en responsabilidad, claridad y resultados para las personas.
Entre sus propuestas destacan:
Gracias a este impulso, la ley no solo existe: existe con bases más firmes, más claras y más útiles para la ciudadanía.
La incorporación de la visión panista dentro de la Ley General de Economía Circular representa un avance tangible hacia un México más sostenible. No se trata solo de reciclar más, sino de transformar por completo la manera en que el país produce, consume y se relaciona con sus recursos.
Acción Nacional sostiene que México merece un modelo donde:
Fortalecer esta ley es proteger el presente y el futuro: es defender lo que respiramos, lo que consumimos y lo que vamos a dejar a las próximas generaciones.